Anniversario della morte di don Giussani e del riconoscimento pontificio della Fraternità

25/02/2014 | 19:00 | Colombia | Villavicencio
Parroquia Espíritu Santo, Barrio La Esperanza

Monseñor Oscar Urbina Ortega - Arzobispo de Villavicencio

El pasado 25 de febrero en Villavicencio nos reunimos los grupos de escuela de comunidad de la ciudad de Villavicencio y de Cumaral. Siempre ha sido un punto de encuentro orar por Don Giussani y el momento oportuno para comunicar a otros la experiencia de comunidad que vivimos a diario con el movimiento. Desde la preparación de los cantos hasta quienes presidian la celebración eucarística nos reclamaban recordar por qué Mons. Giussani fue el pilar y el punto de encuentro para el movimiento.

Monseñor Oscar Urbina, Arzobispo de la arquidiócesis de Villavicencio, compartió con las personas de las escuelas de comunidad un pequeño encuentro en el que pidió que un niño, un joven y un adulto contaran sus experiencias de vida dentro del movimiento; todos coincidían, la vida en el movimiento es el punto de encuentro para vivir y crecer como comunidad. A lo cual Monseñor enfatizó respecto al movimiento:

1. Participación del movimiento en la ciudad: “Es la primera vez que veo un grupo tan numeroso de Comunión y Liberación en la ciudad; y esto me anima cada vez más”. Para el presente año con motivo de los 50 años de la Iglesia Diocesana en la ciudad el encuentro con los movimientos ha sido más seguido, pues son los movimientos quienes embellecen la Iglesia. “Son ustedes quienes van a llevar la Iglesia en este nuevo tiempo, estos jóvenes y estos niños a 100 años más. Es una esperanza grande para que el carisma de don Giussani se siga extendiendo”.

2. Monseñor Luigi Giussani: “Lo que él fue se vio en su funeral con las personas que llenaron la catedral de Milán. Es un hombre muy importante para nuestra Iglesia, para mí como sacerdote diocesano. Porque es un ejemplo, un estímulo. Un hombre que buscó cómo hacer que Jesucristo fuera accesible para todos. Personalmente me gustaría que se siga haciendo un contacto también con los jóvenes del seminario en algún momento del año, pues nos ayuda a tener modelos propios”.

3. Método educativo: “La enseñanza de don Giussani se basó también en la problemática de la cultura, anunció un método pedagógico al que nos adelantó muchos años. Que este método nos sirva para enseñar a otros lo que ustedes han descubierto. Una riqueza que se lleva dentro y que los prepara para la vida; porque lo demás está en internet y no hay una escuela mejor que la comunidad, una convivencia entre niños, jóvenes, adultos, ancianos. Porque la sabiduría que tenemos nosotros los viejos no está en ninguna red. Está en la vida”.

4. El encuentro: “Para que haya encuentro debe haber un desencuentro. En un encontrón con alguien es donde muchas veces nace una amistad. Es por esto que la pedagogía la debemos empezar con los más pequeños; pues son la base para lo que viene 40 ó 50 años después. Pues cuando uno es joven y sucede algo uno sienta cabeza y ¿a dónde vuelve para orientar la vida? A los valores que le dieron de pequeño. Es por esto que cuando se llega a la madurez entre los 30 y los 35 años uno encuentra el valor por el que vale la pena que uno entregue la vida, el amor, la amistad, la ciencia, la verdad, la justicia, todas esas cosas”.

5. La sociedad y la unidad: “Cuando no hay unidad en la vida entonces uno es esquizofrénico. Recuerden, los esquizofrénicos son los que viven con dos realidades, piensan que lo que sueñan es realidad y no logran integrar todo. Entonces viven una ruptura permanente. Hoy la sociedad es esquizofrénica, no tiene unidad y, como decía don Giussani, solo la persona de Dios es quien nos puede dar una profunda unidad”.

Por último las intervenciones de Monseñor Urbina se convirtieron en el reclamo a seguir la mirada de don Giussani a la vida y a un corazón dirigido a Cristo, a fomentar un escenario que acoge a todos como un movimiento familiar, en el que se nos permita crecer y compartir como comunidad.

Como expresó el Cardenal Ratzinger en la homilía de la misa del funeral de Monseñor Giussani: “Don Giussani siempre tuvo la mirada de su vida y de su corazón dirigida a Cristo. Así comprendió que el cristianismo no es un sistema intelectual; un conjunto de dogmas, un moralismo, que el cristianismo es un encuentro, una historia de amor, un acontecimiento”.